A esta horas, el futuro del Dow Jones se deja un 0,3%, sobre los 33.949,50 puntos, el S&P 500 cede un 0,8%, sobre los 4.146,70 enteros y el NASDAQ 100 cede más del 1,5% y lleva a los futuros hasta los 12.601,40 puntos. Una caída que llega después de que ayer los índices celebraran con subidas superiores al 2% en el Nasdaq 100, gracias a los resultados y sólidas expectativas de Meta, matriz de Facebook.
De mantener esta tendencia, la semana cerraría plana para el Dow Jones frente a las ganancias de más del 4% que mantienen tanto S&P 500 como el índice tecnológico, que acumula su quinta semana consecutiva de ganancias. “Da la sensación que los inversores se están posicionando en los valores que el año pasado fueron más duramente castigados, y lo fueron principalmente porque sus valoraciones eran excesivas teniendo en cuenta la continua revisión a la baja que sufrieron sus expectativas de negocio, por miedo a perder el tren, lo que se conoce como Fear of Missing Out (FOMO), estrategia peligrosa donde las haya, ya que muchas veces perseguir al alza al mercado termina trayendo disgustos”, dice Juan J. Fdez Figares, analista de Link Securities.
Hoy el dibujo cambia algo después de que tanto Apple como Alphabet , matriz de Google, no alcanzaran las estimaciones de resultados trimestrales. De hecho, Apple publicó su primera caída en beneficio en tres años y medio – con ingresos que alcanzaron a 117.200 millones de dólares y sufren la caída más notable desde 2016 y ventas que se redujeron un 5% – mientras que Alphabet redujo un 21% su beneficio neto, hasta los 59.972 millones de dólares a pesar de la mejora en su facturación. Ambos valores sufren una penalización de más del 3% en la preapertura.
Unos resultados que no fueron exclusivos del sector tecnológico pues tanto Starbucks como Ford Motor tampoco alcanzaron las estimaciones. En este sentido, las ganancias ajustadas por acción del cuarto trimestre de Ford fueron de 0,51 dólares y ni siquiera el CEO del fabricante de automóviles trató de dar una luz positiva al resultado. «Deberíamos haberlo hecho mucho mejor el año pasado», dijo el CEO Jim Farley en su comunicado. «Dejamos alrededor de 2.000 millones de beneficios que estaban bajo nuestro control sobre la mesa y vamos a corregir eso con una mejor ejecución y rendimiento».
Uno de los grandes protagonistas de la sesión es Nordstrom, que se dispara un 28% en bolsa después de que The Wall Street Journal haya publicado que el inversor activista Ryan Cohen está construyendo una participación considerable en el minorista.
La noticia, que cita a personas familiarizadas con el asunto, también afirma que Cohen presionará para que se produzcan cambios en el consejo de administración de Nordstrom tras la fuerte caída del precio de las acciones en los últimos dos años: perdieron un 28,7% en 2022 y un 27,5% en 2021.
Cohen es quizás más conocido por su participación en los llamados valores meme, como Bed Bath & Beyond y GameStop. “Si bien la noticia de la participación de Cohen es probable que sea positiva para el precio de las acciones a corto plazo, necesitaríamos más claridad sobre su participación para determinar mejor las posibles implicaciones a largo plazo”, señala Noah Zatzkin, analista de KeyBanc, en una nota.
Hoy hemos conocido además que Xpeng, una startup china de vehículos eléctricos, lanzó el viernes dos de sus autos insignia en varios países europeos, mientras continúa su agresivo impulso internacional. Xpeng ha tratado de desafiar Tesla en China, sin embargo, todavía permanece significativamente detrás del fabricante de automóviles de Elon Musk cuando se trata de entregas. Ahora está buscando expandirse a los mercados internacionales después de un año difícil en China, que se vio afectado por una caída de la demanda.
El dato de empleo de EEUU condicionará el cierre del mercado
A nivel macro, la atención hoy está puesta en el dato de empleo de EEUU que se publican a las 14.30 horas. Los economistas esperan que se hayan creado 187.000 puestos de trabajo en el mes de enero, según datos de Dow Jones,. Una referencia inferior a los 223.000 empleos del mes de diciembre. Mientras tanto, se espera que la tasa de desempleo suba: los economistas prevén una tasa del 3,6% en enero, ligeramente por encima del 3,5% del mes anterior, con un incremento en los salarios del 4,3% respecto al año anterior, desacelerándose desde el ritmo del 4,59% en diciembre.
En este sentido, el Departamento de Trabajo publicó ayer que las nuevas peticiones de subsidios de desempleo se redujeron en 3.000 en la semana del 28 de enero, hasta una cifra ajustada estacionalmente de 183.000 peticiones, su nivel más bajo desde el pasado mes de abril. “Nuevo indicio de que el mercado laboral estadounidense sigue muy tensionado y de que a la Fed le va a costar mucho debilitarlo, tal y como tiene como objetivo para evitar los temidos efectos de segunda ronda de la inflación”, dicen en Link Securities.
Los datos se publican en un momento crucial, con la Reserva Federal recién salida de un alza de tipos de interés de 0,25 puntos porcentuales a principios de esta semana. Las compañías tecnológicas también han despedido a decenas de miles de trabajadores, y el recorte continúa en compañías como FedEx y Hasbro.
Mientras tanto, el mercado de bonos espera con cierta calma el dato. El bono de EEUU a diez años ve cómo su rentabilidad cede un 0,2%, hasta el 3,388% mientras la deuda de Alemania ve su rendimiento subir más de un 3%, hasta el 2,1400 euros.
La subida de más de medio punto porcentual en los tipos de interés por parte del BCE ha ayudado a incrementar no sólo los diferenciales de deuda sino que da alas al euro que, a estas horas, sube algo más del 0,16% frente al billete verde. El par EUR/USD se mueve en las 1,0927 unidades.
En el mercado de materias primas, el futuro del petróleo Brent cede un 0,4%, hasta los 81,81 dólares mientras el West Texas se deja un 0,4%, hasta los 75,58 dólares. Lo hace antes de que la Unión Europea prohiba, desde este domingo, la importación de diésel y derivados petrolíferos de Rusia, un castigo de Bruselas a Moscú por la invasión de Ucrania, que se suma a otras sanciones energéticas como el veto a las compras de carbón y al crudo ruso transportado por barco. Esos tres conceptos privarán al régimen de Vladímir Putin de unos 160 millones de euros al día, según el Centro para la Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA), que estima que Moscú ha facturado 140.000 millones a la UE por productos energéticos desde el inicio de la guerra.
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