El estudio explica que esa caída se debe al cambio del ciclo monetario y a la invasión de Ucrania. De estos 8.263 millones, los bonos verdes suponen la parte más relevante con 4.138 millones, si bien este importe está un 54% por debajo del mismo semestre del pasado año.
Los bonos sostenibles, por su parte, registraron un descenso del 23% en los primeros seis meses del año y se situaron en los 3.125 millones de euros, mientras que los sociales no han registrado ninguna variación en España respecto a ese periodo.
Las energías renovables concentraron el 50,5% del destino de los fondos obtenidos con estos bonos, seguidos de los proyectos de eficiencia energética y edificación sostenible, que suman el 28,5% del total.
La movilidad eléctrica recibe el 7%, al mismo tiempo que la gestión del agua y los residuos suponen el 6,1% cada una. La biodiversidad se sitúa aún muy por detrás, con solo el 1,7% del total.
A nivel global, el conjunto de los bonos sostenibles se situó en 403.801 millones de euros, el 14% menos. La mayor caída se registró en los bonos sociales, que emitieron el 41% menos al situarse en los 74.596 millones.
Los bonos verdes retrocedieron un 2% hasta los 218.667 millones, en tanto que los sostenibles emitieron una cuarta parte menos, con 67.992 millones.
Los bonos ligados a la sostenibilidad fueron el único instrumento que creció en el primer trimestre, con una subida del 33% en el importe emitido hasta los 42.616 millones.
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